Sensibilización a las víctimas y no a los victimarios

Si bien es cierto que las minas antipersonal son una mísera forma de atentar contra la vida y la dignidad humanas, no es cierto, que la manera de eliminar esta nefasta práctica de guerra sea mediante unas “pías” manifestaciones de sensibilización a la población civil “para que todos seamos conscientes de la realidad”. Concientizar a las víctimas y no a los victimarios ¡qué gran ironía!

Las campañas y protestas que se han de hacer han de tener como objeto exigir el cumplimiento de la “Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonal y sobre su destrucción (Ottawa) del 18 de septiembre de 1997”. Y muy especialmente dirigir nuestra voz de protesta a los verdaderos causantes de tanto dolor y miseria, los productores de minas antipersonales, entre los que se encuentra Estados Unidos, “el gran ejemplo” en derechos humanos para muchos, cuando en los últimos años ha sido uno de los principales protagonistas en los conflictos armados y que además no ha querido hacerse parte de la Convención de Ottawa. ¿Qué razones le impiden hacerlo?